Once in Royal David's City
Once in Royal David's City
Un día en la ciudad del Rey David
Canción de Navidad
Canción de Navidad
(Inglés)
(Español)
1. Once in royal David's city
Stood a lowly cattle shed,
Where a mother laid her Baby
In a manger for His bed:
Mary was that mother mild,
Jesus Christ her little Child.
2. He came down to earth from heaven,
Who is God and Lord of all,
And His shelter was a stable,
And His cradle was a stall;
With the poor, and mean, and lowly,
Lived on earth our Savior holy.
3. And through all His wondrous childhood
He would honor and obey,
Love and watch the lowly maiden,
In whose gentle arms He lay:
Christian children all must be
Mild, obedient, good as He.
4. For he is our childhood's pattern;
Day by day, like us He grew;
He was little, weak and helpless,
Tears and smiles like us He knew;
And He feeleth for our sadness,
And He shareth in our gladness.
5. And our eyes at last shall see Him,
Through His own redeeming love;
For that Child so dear and gentle
Is our Lord in heaven above,
And He leads His children on
To the place where He is gone.
6. Not in that poor lowly stable,
With the oxen standing by,
We shall see Him; but in heaven,
Set at God's right hand on high;
Where like stars His children crowned,
All in white shall wait around.
1. Un día en la ciudad del Rey David
Estaba un pobre establo
Donde una madre acostaba a su Niñito
En un pesebre como lecho:
María era esa dulce madre,
Jesucristo su Niñito.
2. Bajó a la tierra desde el cielo,
Él que es Dios y Señor de todo,
Y Su refugio era un establo
Y Su cuna era un pesebre;
Con los pobres, y simples, y humildes
Vivió en la tierra nuestro santo Salvador
3. Y durante toda Su maravillosa infancia
Honró y obedeció,
Amó y miró a la humilde Virgen
En cuyos dulces brazos reposaba:
Los niños cristianos deben ser todos
Tranquilos, obedientes, buenos como Él.
4. Porque es el modelo de nuestra infancia,
Cada día, como nosotros, creció;
Era pequeño, débil e indefenso,
Lágrimas y sonrisas como nosotros conoció;
Y compadeció con nuestra tristeza,
Y compartió nuestra felicidad.
5. Y nuestros ojos por fin Lo verán
A través Su propio amor redentor;
Porque ese niño tan querido y dulce
Es nuestro Señor en las alturas,
Y conduce a Sus hijos
Hacia el sitio donde ha ido.
6. No en este pobre y humilde establo
Con los bueyes a su lado
Lo veremos, sino en los cielos,
Sentado a la derecha de Dios en las alturas,
Donde como estrellas, Sus hijos coronados
Vestidos todo de blanco esperarán.
Notas
Escrito por Cecil Frances Humphreys (1818 - 1895).