Ave Maria
Aquí abajo está la versión española de la canción y no su traducción que hallaran en las notas.
Franz Schubert compuso su "Ave Maria" en 1825. La letra es una traducción alemana aproximada por Adam Storck de una parte del poema épico inglés "The Lady of the Lake" (La dama del lago) de Walter Scott. En esta parte del poema, la heroína, Ellen Douglas, está suplicando a la Virgen María.
"Ave María" se canta a menudo por Navidad. También se canta durante casamientos o funerales.
Ave Maria
Ave María
Canción de Navidad
Canción de Navidad
(Alemán)
(Español)
Ave Maria! Jungfrau mild,
Erhöre einer Jungfrau Flehen,
Aus diesem Felsen starr und wild
Soll mein Gebet zu dir hin wehen.
Wir schlafen sicher bis zum Morgen,
Ob Menschen noch so grausam sind.
O Jungfrau, sieh der Jungfrau Sorgen,
O Mutter, hör ein bittend Kind!
Ave Maria!
Ave Maria! Unbefleckt!
Wenn wir auf diesen Fels hinsinken
Zum Schlaf, und uns dein Schutz bedeckt
Wird weich der harte Fels uns dünken.
Du lächelst, Rosendüfte wehen
In dieser dumpfen Felsenkluft,
O Mutter, höre Kindes Flehen,
O Jungfrau, eine Jungfrau ruft!
Ave Maria!
Ave Maria! Reine Magd!
Der Erde und der Luft Dämonen,
Von deines Auges Huld verjagt,
Sie können hier nicht bei uns wohnen,
Wir woll'n uns still dem Schicksal beugen,
Da uns dein heil'ger Trost anweht;
Der Jungfrau wolle hold dich neigen,
Dem Kind, das für den Vater fleht.
Ave Maria!
Ave María
gracia plena
Por ti, hoy se eleva
mi plegaria
Por ti, mi canto es una oración,
No negar
que eres mi alma y mi luz,
Calmas tú mi dolor,
Perdida el alma mía
se postra a ti,
Plena de amor, se postra a
tus pies,
Te invoco que atiendas tú
mis plegarias.
Y sueño,
con tu remanso de paz
Ave María.
Notas
Esto es una traducción literal que hallé en línea y en la cual hice unos cambios:
Salve, María! Mansa doncella
Oye la oración de una doncella
Desde esta roca yerta y salvaje
mis rezos flotarán hasta ti.
Dormiremos seguros hasta la mañana
aunque los hombres sean aún tan crueles.
¡Doncella, observa las cuitas de otra doncella!
¡Madre, oye a tu hija suplicante
¡Salve, María!
¡Salve, María! ¡Inmaculada!
Cuando desde este peñón nos deslicemos
hacia el sueño, y tú nos protejas bajo tu manto
la dura roca nos parecerá blanda.
Ríes, y el aroma de las rosas flota
sobre este abismo sin aire.
¡Madre, oye implorar a tu hija!
¡Doncella, llama otra doncella!
¡Salve, María!
¡Salve, María! ¡Sirvienta pura!
Los demonios de la tierra y el aire
huyen de la gloria de tus ojos,
no pueden habitar aquí con nosotros.
Queremos doblegarnos en silencio al destino,
pues tu sagrado consuelo nos roza.
La doncella intercederá a favor
del niño que implore a su Padre.
¡Salve, María!