¿Dónde vas, Alfonso XII?
Esta canción, que se ha vuelto en canción de corro, se refiere a la muerte en 1878, de la reina María de las Mercedes de Orleans, primera esposa del rey Alfonso XII.
¿Dónde vas, Alfonso XII?
Canción de corro
¿Dónde vas, Alfonso XII,
dónde vas triste de ti?
Voy en busca de Mercedes
que hace tiempo no la vi.
Ya Mercedes está muerta,
muerta está, que yo la vi,
cuatro duques la llevaban
por las calles de Madrid.
Su carita era de cera
y sus manos, de marfil,
y el velo que la cubría,
de color carmesí.
Sandalias bordadas de oro
llevaba en sus lindos pies,
que se las bordó la infanta,
la infanta doña Isabel.
El manto que la envolvía
era rico terciopelo
y en letras de oro decía:
«Ha muerto cara de cielo».
Los caballos de Palacio
ya no quieren pasear,
porque se ha muerto Mercedes
y luto quieren llevar.
Los faroles de las calles
con gasas negras están,
porque se ha muerto Mercedes
y luto quieren llevar.
Ya murió la flor de mayo,
ya murió la flor de abril,
ya murió la blanca rosa,
rosa de todo Madrid.
Notas
El rey Alfonso XII se enamoró de su prima María de las Mercedes de Orleans, y se casó con ella a pesar de la manifiesta antipatía de su madre, del gobierno y de las Cortes. Cuando el rey se casó, en 1878, él tenía 20 años y ella 18. La reina murió de tifus o de tuberculosis cinco meses después. En el corazón del pueblo la imagen del reino se convirtió en romance basado en un romance anterior, "¿Dónde vas, buen caballero?" derivando este de "Romance del palmero", posiblemente derivado del romance "de Pedro e Inés" (Pedro I de Portugal e Inés de Castro)
Muchas versiones han sido recogidas por el mundo de habla española, de habla portuguesa y entre las comunidades judías de Marruecos, la mayoría siendo recitadas y no cantadas
Se pueden encontrar unas estrofas más:
Al entrar en el Palacio,
una sombra negra vi;
cuanto más me retiraba,
más se venía hacia a mí.
No temas Alfonso Doce,
ni te asustes; ¡ay de mí!
que soy tu esposa Mercedes,
que te viene a recibir.
Cásate, buen caballero;
cásate y no estés así;
la primera hija que tengas,
la llamarás como a mí.